En la fotografía gastronómica solemos destacar el plato perfecto, el bowl más fotogénico o el vaso ideal.
Pero detrás de cada imagen hay utensilios que se usan a diario: cuchillos que cortan todo, tablas con historia, ollas que cada vez cocinan mejor.
Este reel/blog/post es para ellos: los verdaderos indispensables de la cocina, los que hacen posible cada plato que fotografiamos.
Pero detrás de cada imagen hay utensilios que se usan a diario: cuchillos que cortan todo, tablas con historia, ollas que cada vez cocinan mejor.
Este reel/blog/post es para ellos: los verdaderos indispensables de la cocina, los que hacen posible cada plato que fotografiamos.
Tengo que confesar algo: me gustaa ver MasterChef. Lo disfruto por los tips, las recetas y esos pequeños trucos que hacen que cualquier plato, sencillo o complejo, resalte sabores y texturas que enamoran el paladar.
Fue gracias al programa que conocí a la chef Adria María, quien con sus consejos y técnicas nos enseña a preparar recetas fáciles, versátiles y llenas de sabor.
Hace poco tuve la suerte de asistir a un evento en Medellín: “Cocina con Pasión y Ama con Sabor”, con la chef Adria María y el patrocinio de KitchenAid y Farberware, en Falabella del Centro Comercial Santafé.
Allí, Adria nos recordó algo esencial: siempre tener a la mano los indispensables de la cocina para crear. Y yo, como fotógrafa gastronómica, pensé: ¿Cómo fotografiar estos utensilios icónicos — una olla, un sartén, una batidora — para que cuenten la misma historia de sabor y creatividad?
Ese es el reto que más me gusta: convertir utensilios cotidianos en protagonistas visuales, mostrando cómo son parte fundamental de cada receta y cómo hacen posible la magia en la cocina.
No se trata solo de una olla o un sartén; son cómplices silenciosos que transforman ingredientes en experiencias. En ellos se sella el pollo o la carne hasta lograr esa costra dorada y crujiente que potencia los sabores. Su calor uniforme cocina con precisión, nada se pega y al final lavar es sencillo.
En la fotografía buscamos capturar todo eso: el vapor que sube, el aceite que chisporrotea, las manos que remueven, la textura que se crea. No es una foto de producto, es una historia viva que habla de resistencia, practicidad y placer al cocinar.
Para que esta historia se sienta real en la imagen, también construimos el ambiente en el set. Recreamos una cocina viva: ingredientes a medio cortar, utensilios usados, vapor real, luz cálida y sombras suaves que evocan hogar. Usamos iluminación ambiental combinada con luz de flash o continua controlada para resaltar texturas y reflejos sin perder naturalidad. Cuidamos cada ángulo y superficie para que el metal o el antiadherente no actúe como un espejo y distraiga; difusores, banderas y rebotes nos ayudan a suavizar y dirigir la luz. Así logramos que la olla o el sartén no parezcan un producto aislado, sino parte de una escena.
Y en todo este proceso fotógrafico hay algo que también enriquece la imagen: el toque de quienes cocinan. Las manos, los gestos, las miradas y la pasión son la energía que acompaña cada fotografía y la hace sentir viva.
"Cocina con Pasión y Ama con Sabor” fue recordar por qué me dedico a esto. Más que un evento, fue un encuentro donde la cocina se volvió conversación, aprendizaje ; un lugar donde ingredientes, utensilios y la experiencia de la chef Adria se encontraron para inspirar nuevas recetas y formas de crear en la cocina.
La fotografía gastronómica es mi forma de atrapar en una imagen esos momentos y la pasión que sentimos por la cocina.