La papa es uno de los ingredientes más presentes en la comida mundial y a la vez uno de los más subvalorados. Siempre ha sido vista como un acompañante y pocas veces como un protagonista.
Ya que la papa en Colombia ha alcanzado valores inimaginados, dediquemos entonces esta entrada a darle a este versátil y delicioso tubérculo un merecido reconocimiento.
Somos seres sociales y para ciertas situaciones de nuestra vida, nos gustaría tener una buena compañía, por ejemplo, como cuando salimos a comer.
De la misma forma, si estás disfrutando una hamburguesa, sabes que la mejor compañía para ella es una guarnición con unas crujientes y doradas papas fritas.
Pero además de este plato hay una infinidad para los cuales, la papa es un camaleón que se hace presente tanto en comidas sofisticadas, como en comidas rápidas y de forma indispensable, en las comidas típicas.
Este es el caso de uno de nuestros platos nacionales: El ajiaco santafereño. Este contiene tres clases de papa (la pastusa, la criolla y la sabanera). Una de ellas, está orientada a espesar el caldo y las otras a dar contrastes de sabor en compañía de los otros ingredientes.
En el mundo hay 4.000 variedades de papa y gran parte de su diversidad se puede encontrar en los andes Suramericanos, de donde se reconoce su origen.
En Colombia tenemos un gran variedad de papas con muchas formas, colores, tamaños en las que podemos saborear en su interior una suave textura arenosa o cerosa.
La papa es un alimento muy versátil y ha conquistado el mundo en sus diferentes formas como puré, en pequeñas tortas, asada, horneada, rebozada, rellena de los ingredientes que más nos gusten, bañadas en queso o en salsas.
Esa grandiosa versatilidad hace que la papa, a diferencia de muchos otros ingredientes, se vuelva un alimento perfecto para comer a cualquier hora.
Para un ejemplo, un buen día puede comenzar con un desayuno con tortilla española o unos hash browns acompañados de huevos y tocineta.
En el almuerzo podemos deleitarnos con variadas preparaciones como las patatas (o papas) hasselback gratinadas, una causa rellena, papas a la huancaína, lasagna de papa, pastel de papa con jamón y queso, gratinadas con setas, panceta y queso provolone y hasta en la ensalada rusa, campera, biof, etc.
Y al llegar la tarde, un snack de papas fritas viene muy bien, inclusive si son las clásicas tajadas de paquete, la receta más antigua que se conoce y que hoy, utraprocesadas, saborizadas y empacadas, ocupan grandes espacios en las góndolas de los supermercados.
La papa es el perfecto acompañante, es el ingrediente que nunca opaca a los otros. Por su particular sabor y textura, suave o crujiente, permite balancear los diferentes sabores de un plato.
Tal vez sea una de las hortalizas más empleadas en las cocinas del mundo, y si tan solo observamos una región, podemos ver que cada población tiene su manera de prepararla.
Por eso podemos encontrar variedad de recetas con papa evolucionando a través del tiempo hasta convertirse en uno de los alimentos más populares.